+TribuAmericas Periodistas | +Louis Boudreaux
LOS ANGELES, CA.- El Acuerdo de Asociación Transpacífico (TPP, por sus siglas en inglés) busca controlar la administración del 40 por ciento del Producto Interno Bruto del planeta, aunque hasta ahora únicamente 12 países participan activamente en la redacción de las reglas de operación, revelaron fuentes periodísticas que tuvieron acceso a los borradores.
De acuerdo con las fuentes, el TPP no es un acuerdo comercial más, aunque sus promotores argumentan que se basa en el “éxito” del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) que opera entre Estados Unidos, Canadá y México desde 1994. El TPP -según las fuentes que prefieren no ser citadas- en realidad pretende dar a megacorporativos multinacionales encabezados por Chevron, Halliburton, Monsanto y Walmart, todo el poder político y económico sobre las naciones de la Cuenca del Pacífico.
Varios legisladores estadounidenses han protestado en diversos medios de comunicación de que ni siquiera ellos o todos los funcionarios públicos de alto nivel de los gobiernos participantes, han tenido acceso a las negociaciones, por lo que hay el temor de que al final se firmen documentos sin consenso de todos los involucrados.
Los temas clave, y por tanto, los más polémicos del acuerdo se refieren a aspectos altamente sensibles, como el apremio de crear patentes biológicas, lo que afectaría la producción alimentaria no sólo de la región, sino del planeta entero; el control de las patentes farmacéuticas, que incidiría negativamente en el acceso de la población a medicamentos baratos; así como la disposición privada de los derechos de propiedad intelectual, que invadiría la esfera de los derechos humanos y las libertades civiles, la privacidad, el acceso a la educación, la cultura y el entretenimiento, y el uso de los servicios de internet.
En los hechos, de acuerdo con los expertos en el tema, el TPP significaría la entrega del control de los países miembros a los grandes corporativos multinacionales a través del control económico y comercial.
La crítica de los especialistas al TPP es su espíritu imperialista y antidemocrático, que no sólo acabaría paradójicamente con la libertad comercial en aras de los derechos de los oligopolios, sino también de las libertades políticas y civiles de varias naciones.
En el esquema supranacional del TPP, los pequeños y medianos empresarios de las economías emergentes estarían entre los sectores más desfavorecidos.
El TPP tiene su acuerdo mellizo en el Atlántico, con una alianza comercial que pretende signarse entre Estados Unidos y la Unión Europea. <<>>